Lobato arrodilla a 'Purito' en Txomintxu
El ciclista del Andalucía estrena su palmarés en el Circuito de Getxo tras dejar atrás en la novedosa ascensión final a los favoritos
ÍÑIGO MUÑOYERRO | GETXO. 01.08.11 - 02:12 -
«Rodríguez era la referencia en el tramo final», reconoce el vencedor
Lobato se destapa en Txomintxu
EL CORREDOR DEL ANDALUCÍA-CAJA GRANADA FUE EL MÁS RÁPIDO EN LAS EXIGENTES RAMPAS GETXOTARRAS
AITOR MARTÍNEZ - Lunes, 1 de Agosto de 2011 - Actualizado a las 05:46h
GETXO. Tapado, lejos de entrar en las quinielas para conseguir la victoria en el renovado Circuito de Getxo, Juan Lobato fue el más rápido en la línea de meta que este año se situó en lo alto de la cuesta de Txomintxu. El corredor andaluz, que como reconoció al término de la prueba, tenía claro que si le respondían las fuerzas iba a tratar de hacerse con el triunfo. Dicho y hecho. Aprovechándose del trabajo realizado por el Euskaltel y el Katusha en las dos últimas vueltas, el del Andalucía-Caja Granada pasó la curva que une el muelle de Ereaga con la cuesta de Txomintxu en cabeza y logró la victoria final por delante de Stephane Poulhies y Joaquim Rodríguez, estrenando, así, su palmarés en la prueba getxotarra.
La modificación del trazado, una demanda que los corredores venían demandando en las últimas ediciones, sirvió para generar un mayor espectáculo y cambiar el tradicional sprint con el que acababa el Circuito de Getxo en la recta de Arriluze por las exigentes rampas de Txomintxu. El público, que un año más volvió acudir en masa a la prueba, se mostró contento con el cambio y se manifestó su optimismo de cara a que en ediciones venideras el nivel de participantes pudiese ir en aumento.
La carrera comenzó lanzada, con un fuerte ritmo por parte del pelotón que en la primera hora llegó a rodar a una media superior a los 47 kilómetros por hora. El exigente ritmo establecido por el grupeto imposibilitó que se hiciese fuga alguna. Aunque fueron muchos los intentos por escaparse, la ventaja adquirida nunca superó los cinco segundos en los primeros compases de la prueba.
Intento tras intento, los ciclistas fueron poco a poco completando los 170 km del recorrido. Igor Antón, que se encuentra ultimando su preparación para la Vuelta, que este año comienza una semana antes de lo habitual, el 20 de agosto, lo intentó justo en el ecuador de la carrera, en el quinto paso por línea de meta. El galdakaotarra, acompañado por cuatro corredores, cogió una ventaja mínima, que no llegó a superar los 10 segundos, y fue cazado prácticamente de inmediato.
LA FUGA DEL DÍA No fue hasta pasado el kilómetro 100 de la prueba cuando un grupo de cuatro corredores, formado por Dalivier Ospina, Kenny De Ketele, Rubén Martínez y Xabier Zabalo pudo abrir hueco y marcharse del pelotón. El grupeto, que bajó el ritmo de manera notable, dejó que los fugados cogiesen una ventaja de hasta dos minutos y medio antes de ponerse a trabajar para echar abajo la fuga.
Guiado por el Euskaltel y el Katusha, el pelotón aceleró el ritmo y comenzó a recortar distancia de manera rápida. Aunque en cabeza de carrera el entendimiento fue total y los cuatro ciclistas entraron al relevo para llevar la fuga lo más lejos posible, no pudieron hacer nada ante la insistencia de ambos equipos.
Viendo que iban a ser cazados, Rubén Martínez, del Caja Rural, inició una aventura en solitario que mantuvo en jaque al pelotón. El corredor, que al término de la prueba recibió el trofeo a la combatividad, fue alcanzado a falta de siete km por un pelotón que iba lanzado hacia la línea de llegada.
JUAN LOBATO, EL MÁS LISTO El pelotón llegó al último kilómetro de la etapa agrupado con el Euskaltel y el Katusha en cabeza, pero con un nuevo invitado, el Andalucía-Caja Granada, que llevó a cabeza del grupo a un corredor con el que nadie contaba, Juan Lobato. El ciclista andaluz, neoprofesional, no se lo pensó dos veces y salió de la curva que une el muelle de Ereaga con la cuesta de Txomintxu en cabeza.
"No he mirado para atrás nunca", admitió. No le hizo falta, ya que su superioridad en las exigentes rampas getxotarras fue tal, que incluso tuvo tiempo de poder disfrutar de la victoria antes de cruzar la línea de llegada. Por detrás del andaluz entraron el francés Stephane Poulhies y el catalán Purito Rodríguez, el máximo favorito para hacerse con la victoria que al igual que en la Clásica de Donostia se quedo a las puertas del triunfo. Beñat Intxausti, una vez recuperado de la lesión que le obligó a abandonar el Tour, fue noveno y se llevó el trofeo al primer euskaldun.
http://www.deia.com/2011/08/01/deportes/ciclismo/lobato-se-destapa-en-txomintxu
Lobato emula a sus ídolos
El joven gaditano dejó sin victoria al francés Poulhies y a 'Purito', segundo y tercero en el Circuito de Getxo
Sus ídolos son dos de esos potentes corredores que cuando la meta está en alto, al final de un repecho corto y explosivo, para exhibicionistas, se encuentran como en casa, en su terreno, como pez en el agua. Uno de ellos es Óscar Freire, el mejor español de todos los tiempos en esa especialidad. El otro, Philippe Gilbert, el belga que ayer redondeó en el Boulevard de San Sebastián su campaña de ensueño. Dos mitos para Juan José Lobato, un andaluz de 22 años criado en el Cueva El Soplao, marcado con el sello de la factoría de Juan González y Manolo Sáiz, y actual corredor del Andalucía-CajaGranada, con el que ha ganado la primera prueba profesional que le pegó un dorsal sobre su espalda.
Esa prueba es el Circuito de Getxo, una cita para velocistas que en 2011 se ha transformado para clasicómanos. Una repecho brutal, 800 metros con rampas de casi el 15%, para elegir un ganador del abanico de esos especialistas que se juegan los triunfos en las clásicas más importantes del calendario nacional e internacional. 'Purito', Ángel Vicioso, Igor Antón, Mikel Nieve, Xavi Florencio, Vladimir Karpets o Beñat Intxausti, entre otros, se encontraron en Getxo para luchar por un triunfo que se apuntó Juanjo Lobato, quien, como 'stagiaire' del Andalucía, había debutado en una carrera profesional hace justo un año en idéntico escenario.
En aquella ocasión quedó el 21º, por delante de hombres de la talla de Rubén Plaza, Luis León Sánchez o Paco Mancebo. No tardó mucho en firmar su primer contrato como profesional con la escuadra de Antonio Cabello, que no le quería dejar escapar. Lo hizo en la siguiente competición, en la Vuelta a Portugal. Ahora, un año después, en la cima de un repecho agónico, Lobato, que adelantó al francés Stéphane Poulhies, de la generación del 85, seis años y medio de profesional, ha conseguido su primera victoria en la categoría de los grandes, la de su Freire, la de su Gilbert.
"Esperaba la victoria", sorprendió tras limpiarse el sudor de su frente, tras celebrar con sus compañeros un triunfo especial, el primero, el que jamás se olvida. "Era lo previsto en la reunión. Teníamos que estar atentos y que, a falta de un par de vueltas, mis compañeros me hicieran el trabajo para llegar lo mejor colocado posible. He ganado gracias a mi equipo y a que me he encontrado bien". Palabra de un nuevo campeón después de brillar en un nuevo recorrido. "Es un poco más duro", zanjó el gaditano que sueña con ganar el Tour de Flandes.